Mientras nos preparamos para combatir al régimen, sus bases, sus ternas de fiscales amañadas, sus chanchullos para bajar el censo electoral, para pasar la reelección, también nos gusta escribir poemas, hacer el amor, hacer reuniones mamertas, tomarnos unas polas y arreglar el país como cualquier colombian@ que se respete...ahhh eso sí, tenemos listas unas molochitas y bastante pintura pa las tristes calles de Bogotá, mientras llega el estallido.
Aquí va un poema escrito por compas de la plataforma.
Palabra semilla
Yo soy un labriego, que siembra en quechua y lunfardo y soy un pueblo,
Yo soy minero explotado y soy obrero exprimido, soy un niño abandonado, Soy mujer prostituida, se me prohíbe el amor,
soy estudiante silenciado,
Soy vanguardista y exiliado…
Soy el éxodo constante de aquel que extraña su tierra,
Soy la bulla delirante que educa al cerdo con piedra,
Soy el preso digno y fuerte que no aprende con encierro,
Soy el que sangra y dispara, y sube y baja del cerro,
Pero hay cosas que ven mis ojos que me brindan esperanza,
que mis hermanos mayores,
con el olfato de luz,
se encaminan hacia el sol, decididos y completos
Que llegan tiempos inciertos, que hay que saber enfocar
Con sus animos salvajes, con la fuerza natural,
Con los millones de hambrientos esos que también soy yo
La multitud de estafados, con sus impulsos violentos,
El ejercito inconforme que todo puede cambiar
cuando ya no hay que temer, cuando lo han acorazado
Porque el tormento aguantado, mas fuerte lo ha de volver…
Porque un rostro encapuchado es una voz sin silencio
Y aquel que llaman terror es solo un ángel sin precio
Porque no solo de piel es que me llamo mestizo
Porque en mí habita un hechizo de legendaria explosión
No hace falta más que el sol para encontrarme a mí mismo,
Lo buscaré en las montañas, lo encontraré en la ciudad
Y se harán cuerpos las sombras, para expulsar la maldad,
Pues la enviaremos a hundirse en su merecido abismo,
Porque ésta, nuestra tierra, es ya nuestra majestad,
Porque si soy uno y soy pueblo, voy a ser identidad,
Porque si mi sangre hierve
un infierno va estallar.
Yo soy un labriego, que siembra en quechua y lunfardo y soy un pueblo,
Yo soy minero explotado y soy obrero exprimido, soy un niño abandonado, Soy mujer prostituida, se me prohíbe el amor,
soy estudiante silenciado,
Soy vanguardista y exiliado…
Soy el éxodo constante de aquel que extraña su tierra,
Soy la bulla delirante que educa al cerdo con piedra,
Soy el preso digno y fuerte que no aprende con encierro,
Soy el que sangra y dispara, y sube y baja del cerro,
Pero hay cosas que ven mis ojos que me brindan esperanza,
que mis hermanos mayores,
con el olfato de luz,
se encaminan hacia el sol, decididos y completos
Que llegan tiempos inciertos, que hay que saber enfocar
Con sus animos salvajes, con la fuerza natural,
Con los millones de hambrientos esos que también soy yo
La multitud de estafados, con sus impulsos violentos,
El ejercito inconforme que todo puede cambiar
cuando ya no hay que temer, cuando lo han acorazado
Porque el tormento aguantado, mas fuerte lo ha de volver…
Porque un rostro encapuchado es una voz sin silencio
Y aquel que llaman terror es solo un ángel sin precio
Porque no solo de piel es que me llamo mestizo
Porque en mí habita un hechizo de legendaria explosión
No hace falta más que el sol para encontrarme a mí mismo,
Lo buscaré en las montañas, lo encontraré en la ciudad
Y se harán cuerpos las sombras, para expulsar la maldad,
Pues la enviaremos a hundirse en su merecido abismo,
Porque ésta, nuestra tierra, es ya nuestra majestad,
Porque si soy uno y soy pueblo, voy a ser identidad,
Porque si mi sangre hierve
un infierno va estallar.
